Poema

Una mujer de hierro y de membrillo,
irresistible como solitario cigarrillo.
Frente al rubor de la tarde sostenía su broche,
esperando la democracia de la noche.
Con su fe muerta, sobre un solitario abismo,
el diablo angelical parecía un espejismo.

1 comentarios:

SilviaS. dijo...

Brigitte:
Tu poema tiene imágenes realmente muy sugerentes, como la escena que "pintás".
Me gusta mucho lo de "mujer de hierro y de membrillo".
Si bien los versos no tiene la misma medida, todos son de arte mayor y se logra cierto ritmo indefinido.